Hola, buenas noches:
Quisiera agradecer a Abel su exposición tan inteligente, puesto que, sinceramente, es el primer trabajador en hostelería que me encuentro que habla de la importancia del equipo, de la importancia de los derechos y que si no hay equipo, nunca habrá un buen servicio.
Sin embargo, discrepo en cuanto a lo de los curriculums se refiere ya que, por ejemplo, en mi caso, ha sido muy difícil poder fidelizar en un determinado lugar. El único, en un pequeño bar restaurante de la costa almeriense que trabaja de temporada, en el que el dueño, la cocinera y yo, estábamos unidos como gran equipo, y lo digo con humildad, gracias a mi buen hacer, respeto y colaboración no solo con mi trabajo como camarera, si no echando una mano a la cocina y a quien lava los platos.
El resto de trabajos que tuve que realizar han sido explotadores, mal trato, en Inglaterra sufrí bulling por ser la única mujer y la de más edad.
Se pueden ver los curriculums inflados porque en general, no me refiero a las casas de renombre ni cuatro michelín, el sector de la hostelería ha sido el lugar donde cualquiera va a trabajar, no se te tiene en cuenta, y lo peor, se ha trabajado en negro o con contratos de 8 horas semanales, trabajando 12 horas diarias y sin días de descanso.
Yo he estado buscando un lugar de esos idílicos como el que describe Abel, sobre todo cuando además, hablo inglés. Parece ser que unos nacen con estrella y otros nacemos estrellados. Otro aspecto importante que se deja en el tintero. EL MACHISMO, terrible, hasta tener que dejar el trabajo, porque uno de los cocineros de estrella michelín nos tocaba el trasero o llegaba hasta arriba de sustancias.
En mi opinión, no es un curriculum, si no la persona, su educación, su empatía y su ganas de trabajar.
Muchas gracias